Buenas prácticas en la Instalación
Emplear mano de obra calificada y equipo de calidad. La
mayoría de los problemas en sistemas de refrigeración provienen de una
instalación defectuosa, como paneles aislantes mal colocados, puertas que no
cierran bien, tuberías mal aisladas o de tamaño inadecuado, poco espacio para realizar
mantenimiento, equipos de condensación instalados muy cerca entre sí y que
recirculan el aire caliente del otro, carga inadecuada de refrigerante o
refrigerante que se cargó contaminado, entre otros.
Revisar los manuales del equipo o buscar en el sitio web del
fabricante la información de los modelos existentes o por instalar. Muchas de
las recomendaciones mínimas para instalar y mantener eficiencias altas se
encuentran en ellos.
No colocar el equipo muy cerca de zonas muy calientes, con
poca ventilación o mucha contaminación de polvo y suciedad. No debe quedar
frente a paredes o en lugares encerrados que acumulen el calor, cerca de
hornos, calentadores de agua o exposición directa a la luz solar. Si es
inevitable, procurar aislamiento adicional.
Ubicar las puertas donde el aire exterior no sea muy
caliente y en sistemas de baja temperatura colocar cortinas plásticas o
antecámaras.
Reducir la carga solar al colocar el equipo lejos de
ventanas, paredes expuestas al sol y techos de lámina.
Al instalar cuartos fríos cercanos entre sí, procurar que
sus paredes colinden adecuadamente y sin espacios de aire donde se acumule
humedad y se favorezca el crecimiento de bacterias y hongos.
Aislar con 6 pulgadas o más de poliuretano el piso de los
equipos de baja temperatura. Un mal aislante del piso hará que la humedad de la
tierra se congele y puede llegar a colapsar el piso o rajar las paredes del
cuarto, debido a las contracciones y dilataciones que experimenta por las variaciones
de temperatura.
Instalar el termostato en la entrada de aire del evaporador,
no en la salida. Se considera que ese punto tendrá la temperatura más alta de
todo el cuarto.
Utilización de barreras de vapor. Éstas deben estar situadas
en la cara caliente del aislamiento de los cuartos refrigerados, para evitar el
paso y la difusión del vapor de agua hacia el interior del aislamiento. Con
esto se evita la condensación, aún y cuando se alcance la temperatura de rocío,
con lo cual se mantiene el valor de la conductividad térmica del material
aislante, evitando su deterioro y una reducción en el consumo de energía,
además de incrementar la vida útil tanto de los cerramientos, como de los
materiales aislantes y el equipo de refrigeración a compresión.
Diseño del espesor de aislamiento. El espesor de aislamiento
óptimo va en función de los costos de energía y de su inversión inicial, por lo
que se debe seleccionar el aislamiento con espesor óptimo que requiera menos
inversión y brinde mayores ahorros de energía eléctrica.
Aislamientos térmicos. Es necesario utilizar aislamientos
térmicos de baja higroscopicidad, ya que el agua tiene un coeficiente de
conductividad térmica muy superior a la del aire seco y otros gases inertes
utilizados en la fabricación de los aislantes, por lo que el vapor de agua, si es
capaz de penetrar en las celdillas del aislante, provocará una disminución del
poder aislante.
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